Educación PRO: Macri se despide con un récord a la inversa
Educación PRO: Macri se despide con un récord a la inversa
Cuando restan menos de tres semanas para que la Ciudad vuelva a votar, la discusión por el modelo educativo, sus ganadores y perdedores, intenta abrirse camino en el debate electoral porteño. "Mi sueño es que volvamos a tener la mejor escuela pública de América Latina", confesó el candidato oficialista, Horacio Rodríguez Larreta. Los números del PRO, en cambio, dicen otra cosa. En su último año de gobierno, Mauricio Macri se despide con un récord a la inversanunca antes había destinado tan pocos fondos a la enseñanza en relación al presupuesto global de la Capital. Del 25,95% de 2007, ya en 2008 Macri redujo en más de un punto el impacto de las partidas de la educación sobre el total de fondos. Esa tendencia a la desinversión se fue profundizando hasta llegar al piso actual, con un 20,57 de participación porcentual. Son $ 17.502 millones dentro de la enorme masa de $ 85 mil millones con que cuenta el PRO para gobernar. Mención aparte merece el segundo mandato del ex presidente de Boca: entre 2012 y 2015, lo aportado para sostener a la educación sufrió una retracción del 5% en el orden de prioridades, reveló Tiempo Argentino.
Otro tanto puede decirse de lo aplicado a la infraestructura escolar, un reglón determinante. Desde 2008, lo asignado a este rubro pasó de 317 a 200 millones de pesos. Con respecto a 2014, en el actual ejercicio esas partidas se recortaron en $ 31 millones, en medio de la falta de vacantes y la necesidad crónica de levantar nuevas aulas, que por estos días derivó en la toma de siete secundarios.
"Desde 2008 hasta 2014, un total de $ 1337 millones previstos para inversión educativa no fueron utilizados".
"Es sabido que la Ciudad tiene un presupuesto congelado y subejecutado de un tiempo a esta parte", sostuvo Guillermo Laurino, director de la Escuela Nº 8 "República de Thailandia", de Parque Avellaneda. "La matrícula creció o bien se volcó a la gestión pública por distintas razones y eso hizo que, sobre todo en la zona sur, falten vacantes", describió Laurino, que supo lo que es lidiar con un edificio hacinado, con 700 alumnos entre primaria y jardín. La semana pasada, el colegio inauguró cinco aulas y otras varias dependencias, gracias a una inversión de casi $ 12 millones aportados por la Nación, a través de la cartera que dirige Alberto Sileoni. "El ministro vio que era inhumano para todos, en especial para los pibes, y tomó la decisión de prácticamente construir una nueva escuela", destacó el director. "Como ciudadano –planteó–, quisiera que la oferta pública en la Ciudad sea para todos en igualdad de condiciones y en calidad educativa, pero con un presupuesto congelado no se puede garantizar para nada la trayectoria escolar."
Este no es el único caso donde el Estado Nacional destina fondos a la educación en el distrito más rico del país. Desde enero de 2014, el gobierno de Cristina Fernández lleva invertidos en la Ciudad, de forma directa, unos $ 59 millones en "proyectos institucionales". Esto, más allá de las 187.330 netbooks entregadas a docentes y estudiantes y los complementos salariales vía FONID para 107.815 educadores. Para difundir estos datos y hacerlos jugar en la candidatura a jefe de Gobierno de Mariano Recalde, el FPV viene realizando los encuentros "Patria Educativa". El próximo será este viernes, en la Escuela Raggio, de Núñez.
El objetivo es contrastar estas políticas con el modelo del PRO, que desde su origen acumula críticas diversas. "Después de cuatro años de comunera, el macrismo no ha invertido ni un solo peso en mejorar ediliciamente los colegios de la zona, y cuando lo hizo fue porque se lo pidió la justicia", se quejó Julieta Costa Díaz, del FPV. Integrante de la Comuna 13, Costa Díaz señaló que "el año pasado se pudo llegar, a través de Nación, con partidas para el mejoramiento y el equipamiento. Igual, falta, porque hay colegios que necesitan más de 80 mil pesos que es lo que da ese fondo". La comunera se refirió a "un caso muy puntual que grafica la desinversión": el de la escuela Nº 7 Manuel García, como "La Rosadita", de Cabildo y Crisólogo Larralde.
"Necesitaba una obra importante porque hay aulas clausuradas por agujeros en el piso y techos rotos. En 2014, tuvo un reglón de $ 7,6 millones en el presupuesto, pero nunca se ejecutó y no hay señales de que se vaya a hacer", lamentó. Sí se pudieron arreglar las dos aulas de primer grado, pero a través de recursos del Ministerio de Educación Nacional. "Esto es una locura, en una ciudad donde hay mucha plata", se quejó Costa Díaz.
En el comando de campaña del FPV porteño precisaron que, "desde 2008 hasta 2014, un total de $ 1337 millones previstos para inversión educativa no fueron utilizados". Por otra parte, destacaron que "la inversión destinada a infraestructura y mantenimiento de las escuelas de gestión estatal se redujo del 1,39% a un 0,78 por ciento".
A mediados de 2014, el colectivo Encuentro del Sur por la Educación Pública, conformado por la Multisectorial x la Educación Pública y los gremios docentes Ademys y UTE, junto a otras organizaciones, advirtió que la "disminución presupuestaria de los últimos años se vio acompañada por una subejecución inexplicable en vista de los problemas de infraestructura escolar. O sea, por ineficiencia o por decisión política, se destina cada vez menos dinero para infraestructura. Pero como si esto no alcanzara, el poco dinero que se destina se subejecuta".
En aquel informe –último disponible-, el colectivo cuestionó las 50 escuelas que el Ministerio de Educación que comanda Esteban Bullrich dice llevar construidas. Según el relevamiento, "hay entre ellas escuelas inexistentes, sin terminar, con el final de obra aún pendiente o con graves problemas de infraestructura".
Otro tanto relató Alejandra Buneta, directora de la Escuela Nº 22 "Santa María de los Buenos Aires", de Villa Lugano, que funciona en un edificio próximo a cumplir 79 años. "Tuvimos problemas edilicios por falta de mantenimiento que, en parte, con una burocracia importante, los vamos resolviendo con la empresa que nos toca, que es asignada por el gobierno". Por ejemplo, desde 2011 venían reclamando pintura. "Recién el año pasado conseguimos que la Ciudad efectivice este pedido, pero la cantidad de pintura asignada no llegaba a lo que necesitábamos para toda la escuela. Por suerte, recibimos los 80 mil pesos que fueron asignados a través de la Nación y pudimos extender esto a todas las aulas", relató Buneta. "El problema principal –consideró la directora- es que las escuelas de la zona sur no están a la altura de la posibilidad de brindar todos los recursos que estos chicos necesitan, y más también". Para Buneta, "al tener tantas carencias y ser una comunidad de tanta vulnerabilidad, ellos necesitarían todavía más".